domingo, 27 de enero de 2013

Hablamos del Barbo

                                                        EL BARBO

Su gran decisión a la hora de atacar el cebo y su enorme fortaleza para arrancar en el momento en que se siente herido, convierten a la pesca del Barbo en una de las modalidades preferidas por el pescador deportivo que gusta de enfrentarse a retos.
El barbo es un pez tenaz y violento a la hora de defenderse, opone una lucha en la que pocas especies le igualan, por lo que cada pieza se convierte en un auténtico trofeo.
Características

Familia: Ciprínidos

    Color: pardo, que irá de menos a más claro en función de la especie. Los juveniles de todas las especies presentan manchas irregulares
    Longitud media: 30 centímetros, si bien en el barbo común se conocen ejemplares de 100 centímetros.
    Peso medio: entre los 400 y 500 gramos. El barbo comizo puede alcanzar los 15 kilos, peso que casi iguala en ocasiones el barbo común.
    Boca pequeña, ventral con labios carnosos.
    Recibe su nombre de los bigotes o “Barbas” que salen de su labio superior y que le sirven para buscar el alimento.
    Aletas medianas, redondeadas.
    Escamas grandes.
    Muestran carácter gregario.
    Meses de freza: mayo y junio.
    Modalidades de barbos existentes en la Península Ibérica (tallas Máximas):
        Común (100 cm.)
        Comizo (100 cm.).
        De Graells (80 cm.).
        Mediterráneo (60 cm.).
        Culirroyo (30 cm.).
        De Montaña (30 cm.).
        Cabecipequeño (50 cm.).
        Gitano (40 cm.).

Alimentación

Basada principalmente en insectos acuáticos a los que acompañan con invertebrados (caracoles, camarones, isópodos...). Algunos barbos completan su dieta con la ingesta de algas.
Los ejemplares más grandes y de forma esporádica podremos verlos alimentándose de crías de otros peces.
Localización

El barbo suele ocupar el trecho fluvial intermedio entre el tramo alto (típica zona de truchas) y el bajo (donde reina la carpa). En la parte intermedia del río será consecuentemente donde obtendremos nuestras mejores capturas.
En estas zonas suelen encontrarse en las inmediaciones del fondo, sobre todo si éste es arenoso o rocoso. Además gusta de los lugares lodosos y cenagosos.
Formas de pesca

PESCA CON SALTÓN
El barbo es una de las especies que mejores momentos de pesca puede depararnos. El método del saltón nos ayudará a obtener los mejores resultados.
PESCA AL FONDO
Para pescar el Barbo a fondo, deberemos buscar una zona del río que tenga aguas profundas.
Nos equiparemos con una caña de lanzado, pero sin utilizar flotador. El sedal deberá ir provisto de lastre con el fin de asegurarnos de que el cebo se pose en el fondo.
Como cebos utilizaremos: las larvas de mosca, queso, lombrices, gambas y maíz dulce (un cebo que cada día cuenta con más adeptos).
Lanzaremos el sedal hacia el centro del río, donde la profundidad es siempre algo mayor. Desde ese mismo momento no se perderá ojo de la puntera, puesto que la picada puede llegar en cualquier momento.
El pescador que practica la pesca del barbo a fondo, suele tener a su disposición diferentes cañas, que se fijan al suelo con el correspondiente soporte. Deberá permanecer atento a la puntera de cada una de ellas y en el momento en que se doble hacia el agua procederá presto a alzar la caña, sin demora alguna para no perder la presa.
PESCA A MOSCA
A pesar de que los métodos tradicionales de pesca del barbo son los anteriormente comentados, durante los últimos años, la técnica de la pesca de esta especie a mosca provoca furor entre los aficionados a la pesca deportiva.
Capturar un buen barbo a mosca requiere no sólo el conocimiento detallado del hábitat del animal y un delicado dominio del manejo de aparejos sino intuición y vista de águila. Y es que el punto más importante para conseguir buenos resultados con esta modalidad, es la localización previa del objetivo.
Evidentemente esto será mucho más sencillo cuando el barbo se encuentra en la superficie; si tenemos la suerte de localizarlo, seguidamente deberemos ponerle cerca el cebo, con el fin de podrá engañar a su torpe vista. Una vez lanzado, dejaremos que el cebo transcurra aguas abajo hasta que consigamos engañar al barbo.
Una vez la pieza se ha cebado, hay que conocer la técnica de clavado y tener el suficiente conocimiento técnico como para poder traerlo hasta la orilla.
Nunca es conveniente parar la línea en seco, ya que el peso del barbo (podremos alcanzar piezas de 2 kilos), junto con su fiereza por soltarse, podrá romper nuestro sedal al mínimo descuido.
Casi con seguridad la pieza tratará de dejarse arrastrar por la corriente para alejarse de nosotros, por eso debemos poner especial cuidado en el primer tirón. En esos momentos le iremos dando línea, pero poco a poco, que note cierto tirón, que le cueste avanzar. Esperaremos al momento en que podamos parar el barbo en la corriente y nos mantendremos ahí, notaremos como los tirones cada vez son menos fuertes y se desplazan más en el tiempo. El barbo está perdiendo fuerzas, por eso será el momento de recuperar la línea y acercarlo poco a poco a la orilla, poniendo cuidado puesto que con seguridad tendrá fuerza para dar un nuevo tirón y romper nuestra línea. En caso de que se produzca este nuevo tirón, deberemos actuar rápidamente soltando línea.
Así hasta que la pieza muestre agotamiento. Sin lugar a dudas esta modalidad de pesca supone un duro reto incluso para los pescadores mejor preparados físicamente, en el que no en pocas ocasiones deberemos ayudarnos de ambos brazos para superar el esfuerzo.
En cuanto a los cebos a utilizar, podremos seleccionar casi cualquier tipo de ninfa grande y oscura, funcionan bien las cabezas doradas y también les gustan los estrímeres pardos, verdoso o de colores chillones.
Siempre es conveniente que los anzuelos en los que estén montadas las imitaciones sean resistentes, además es recomendable vayan lastrados.
La pesca del barbo con mosca añade a las dificultades propias para la pesca de esta especie, las típicas que se encuentran en la pesca con mosca. Sin dudas, sólo aquellos que dominen a la perfección la técnica del lanzado en la pesca con mosca podrán obtener resultados.
Equipo de pesca

    Caña: debe ser ligera (para que resulte cómoda al pescador), pero a la vez larga (unos cuatro metros).
    Carrete: con freno anclado en uno de los primeros números.
    Sedal: fino, del 20 o así.
    Anzuelo: pequeño (el número 12 sería totalmente válido).

Cebos

El saltón, pequeño saltamontes artificial que se muestra como un bocado de lujo para el barbo.
Consejos útiles

    Elegiremos las horas cercanas a la anochecida, cuando el barbo se acerca a la superficie para cebarse de mosquitos.
    El puesto ideal es aquel formado por una orilla rocosa y escarpada, en cuya base la corriente haya excavado una cueva.
    Una vez nos coloquemos en el puesto, es imprescindible que sepamos mantenernos quietos, sin realizar ningún tipo de ruido ni sombra que haga huir a los ejemplares que se encuentren en la superficie.
    Colocaremos el sedal en vertical, llevando a nuestro saltamontes a la superficie, donde le haremos bailar con un suave juego de nuestra muñeca.
    No debemos dejar de prestar atención; la entrada de la pieza siempre se realizará de forma sorpresiva. El barbo viene de abajo, del fondo, embocará con precisión y se clavará solo.
    Pero en el momento en que sienta la picada, la pieza comenzará una huida violenta, en la que arqueará la caña, robando hilo y rompiendo el sedal al mínimo descuido.
    Tras esto el pescador deberá comenzar la laboriosa tarea de parar y templar, hasta conseguir orillar el ejemplar.

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